Miedo

Tengo miedo. A morir, velado, pero muy presente. Quiero estar disponible, presente y fuerte.

Pero otros miedos también me rondan. A no ser suficiente, a no hacer lo necesario, a no estar disponible para quienes me necesitan.

Sé que debería vivir la vida con más ligereza, pero desde los 12 años he sentido el peso del mundo, y a los 20, se hizo real. Nada exagerado, pero seguía siendo demasiado para mí.

En cualquier caso, aprendí a vivir y a ser insensible a lo que me rodeaba. Estaba en una misión y no me detendría ante nada. Solo cuando mi cuerpo me llevó al hospital. Un día o dos después, estaba de nuevo trabajando y haciendo lo que tenía que hacer.

A mis 46 años me encontré sin ese peso tan fuertemente presente en mí. Y confieso que, por segunda vez en mi vida, no sabía cómo sentir lo que sentía. Tengo la posibilidad de vivir más tranquilo.

Sigo aprendiendo.

— Daniel Wildt

Tengo más textos en español. ¡Sígueme!